Esta publicación está basada en la charla que di el pasado día en Desgranando ciencia, que trataba de uno de mis temas predilectos: la evolución de las estrellas y la nucleosíntesis. Que lo disfrutéis.
El origen de las primeras estrellas

Esta publicación está basada en la charla que di el pasado día en Desgranando ciencia, que trataba de uno de mis temas predilectos: la evolución de las estrellas y la nucleosíntesis. Que lo disfrutéis.
Lo anuncié hace algunos meses y desde el jueves de la semana pasada ya están a la venta oficialmente en Amazon, y también en tienda física. Estos últimos días han sido emocionantes, teniendo en cuenta que algunas personas me han mandado fotos de sus hijos con los libritos en la mano. Eso para mí es perfecto, justo con lo que buscaba, y siento que he conseguido una de las metas que me había propuesto. La retroalimentación del público está siendo positiva y estoy encantado.
Si se normaliza la llegada de la ciencia a edades tan tempranas, la cultura popular y la sociedad habrán ganado un minipunto de calidad y los padres un medio alternativo de enriquecer a sus hijos.
Estos son algunos ejemplo, con permisos de los padres, que he visto durante los últimos días.
De momento súper bien, incluso el pasado sábado he acudido al programa Por fin no es lunes con Jaime Cantizano en la sección que tienen de ciencia, en la que me han entrevistado unos minutos para preguntarme por mi trabajo (en el enlace se me puede escuchar a partir de 2h 26m) Todo esto es nuevo para mi, que suelo limitar mi visibilidad a internet y las redes sociales.
En fin, veamos a donde nos lleva esto. Estoy preparando los dos siguientes y el mes que viene narraré un cuenta cuentos (ya hablaré con más detalle de esto) en el que tendré en frente a una multitud de niños expectantes. Una dura prueba para mi capacidad de comunicación y una experiencia que seguro será maravillosa.
De momento eso es todo, quería compartirlo con el mundo. Nos vemos pronto.
No me andaré por las ramas; el 14 de febrero debe ser unos de los días más hipócritas del año. Tirando de clichés, a lo largo y ancho del planeta, cientos de parejas celebran sus lazos emocionales, se regalan flores, disfrutan de cenas románticas y reafirman su amor.
O no.
Al menos en el hemisferio norte y gracias al análisis de la red social Facebook sabemos que en San Valentín se registra un incremento de rupturas amorosas que continúa a lo largo del mes de febrero y culmina al inicio de las vacaciones de primavera. La otra época del año donde triunfa el desamor es dos semanas antes de la navidad. Supongo que es normal, nadie quiere pasar sus vacaciones a disgusto.
Gráfico extraído de La charla de McCandless en TED.
Todos los días se rompe algún corazón. A mi particularmente me ha pasado más veces de las que me gustaría reconocer y aunque ahora mismo estoy verdaderamente bien con mi pareja, nunca se sabe los derroteros por los que te puede llevar la vida. En mi opinión habría menos dolor y sufrimiento si no nos dejáramos arrastrar tanto por nuestros instintos. Con un poquito de madurez emocional se pueden evitar situaciones que, vistas desde fuera, están claramente abocadas al fracaso. Me imagino que esa es la trampa; casi nadie es capaz de ver su situación “desde fuera”.
El caso es que el mundo se mueve cada vez más deprisa, las dinámicas sociales son más globales y en la era digital tenemos más información y más formas de conocer a otras personas, de querer, de desconfiar, de obsesionarnos, de desear, de aprender otras historias y me imagino que los valores tradicionales de unión y matrimonio han mutado a algo mucho más…volátil.
Las cifras no dejan lugar a dudas: el matrimonio cada vez es más precario. Lejos de parecerme un dato preocupante, creo que tiene dos caras: por un lado las personas no están dispuestas a estar amargadas junto con alguien a quien no aman, por otro lado, los enamorados se precipitan cuando elijen a su compañero de por vida.
En mi país, España, tenemos una de las tasas de divorcios más elevada del mundo, más del 60%, junto con Portugal o Bélgica. La duración de los matrimonios y los porcentajes de estas separaciones varían mucho según el lugar del mundo: en México es del 15%, en Japón del 36% y en EEUU es del 51% por citar algunos ejemplos. Estos porcentajes dependen de la cultura, la religión, la situación económica y no necesariamente significa más o menos felicidad para las personas.
Fuente: Divorce Demografhy
Al final lo único que interpreto y quiero trasmitir en realidad, es que el amor no es sólo un proceso que pueda desgranarse a través de datos estadísticos o de la ciencia, no sólo emerge de la entropía social como el resultado medido de unas ecuaciones matemáticas, no sólo es una interacción físico-química u hormonal del cerebro, no sólo es historia, arte o recuerdos; no se puede entender en una única dimensión cultural, no es objetivo, no es discreto y hay tantas variantes, probablemente infinitas, de lo que podemos concebir como amor que, mientras seamos humanos, seguiremos hablando de él con el mismo entusiasmo con el que hablaban nuestros antepasados.
Amad sin obsesión, sin rencor, sin resquemor pero con sentido común. Amad, que es posiblemente lo mejor que podemos hacer en esta vida tan corta.
Cada año, en esta fecha, la NASA recuerda y honra el fallecimiento de los 7 astronautas del transbordador espacial Challenger, accidente ocurrido el 28 de enero de 1986. Hoy se cumple el 30 aniversario de aquel desastre.
No obstante, el Challenger no es la única tragedia relacionada con la carrera espacial. El 27 de enero de 1967, murieron 3 tripulantes de la misión Apolo 1, y el 1 de febrero de 2003 el Columbia se desintegraba en su reentrada en la atmósfera matando a otras 7 personas.
Los rusos también han sufrido pérdidas: en la Soyuz 1, su único tripulante moría cuando la nave se estrellaba en su regreso a la Tierra, el 23 de abril de 1967. Fue el primer accidente mortal en vuelo de la historia de los vuelos espaciales. Cuatro años después, perecían, también en su retorno, la tripulación de la Soyuz 11, otras tres almas perdidas en lo que sería la primera misión espacial tripulada para habitar una estación espacial (la Salyut 1)
Estos accidentes recuerdan que viajar al espacio y el sueño de la exploración más allá de la Tierra es un empresa difícil, costosa y peligrosa. A todos aquellos pioneros que dieron su vida para llevar a la humanidad a las estrellas…gracias.
Esta es una entrada rápida y egoísta, algo que me será de utilidad para cuando no tenga ganas de ponerme las pilas. Es fácil perder el foco de lo que hacemos, dispersarnos en el día a día, procastinar o dedicar demasiado tiempo a tareas que en realidad no nos conducen a ninguna parte. Todos tenemos metas, en mayor o menor grado, y es bueno preguntarse a veces si nos estamos dirigiendo hacia ellas. No pierdas el rumbo, no te rindas.
Un saludo.