Hice esta viñeta a raíz del caso reciente en España de un niño con difteria (ahora bastante grave) cuyos padres eligieron no vacunarlo. Esta enfermedad no se manifiesta en mi país desde 1987 y ahora mismo están corriendo ríos de tinta en periódicos y otros canales de comunicación alertando de lo peligroso que es no vacunarse.
Me preocupa como la desinformación consigue que algunas personas tomen caminos ilógicos y lo que es peor, arrastren a otros con ellos, a sus hijos, que no tienen culpa de nada, o a la comunidad, pues se aumenta el riesgo de contagio.
Por favor, elegid bien vuestras fuentes de información, que como podéis comprobar, a veces es cuestión de vida o muerte.