Fosfano en las nubes de Venus, un gas relacionado con la vida.

Primero el notición de Nature.

Un nutrido equipo de científicos del MIT y la universidad de Cardiff, usando los datos de los telescopios JCMT y ALMA, han encontrado fosfano (PH3) en las nubes de Venus.
A día de hoy, la presencia estacionaria de esta molécula es inexplicable por vías de producción abiótica. Esto significa, que se origina por fotoquímica o geoquímica desconocida, o bien, por una acción biológica análoga a la que ocurre por la presencia de vida en la Tierra.

Sí, vida.

Imagina un olor nauseabundo que sale de un pantano. El fosfano es un gas incoloro, combustible a 38 ºC (si hay comburente), que huele a ajo apestoso y, aquí en la Tierra, suele ser el resultado de la degradación de materia orgánica. Es bastante tóxico para los seres que respiramos oxígeno. Curiosamente, la presencia de PH3 en la atmósfera de un mundo rocoso, solo podemos explicarla, de momento, por la actividad de microorganismos. Los astrobiólogos consideran al fosfano como un biomarcador, dado que es un compuesto que se oxida y destruye con facilidad que debe ser restituido constantemente. En gigantes gaseosos hay mecanismos no biológicos en planetas rocosos, no tanto.

¿Significa que hay vida en Venus?
No corramos tanto. Y sin embargo, tenemos motivos para soñar un poco. Veamos:

Venus es como un gemelo malvado de la Tierra; ambos son planetas rocosos de un tamaño y volumen similar que están en la zona habitable del sistema solar, pero hasta ahí su parecido. La atmósfera de Venus está compuesta sobre todo de C02 y es tan densa, unas 90 veces más que la nuestra, que no deja escapar con facilidad la energía de los rayos del Sol. El resultado es un efecto «infiernadero», un aumento desbocado de la temperatura, como si fuera un horno incapaz de enfriarse, de día o de noche. Hace tanto calor, unos 460 ºC en la superficie, que el plomo se derrite. Sus nubes contienen ácido sulfúrico, una sustancia corrosiva y peligrosa que es mejor evitar.

Si hubo océanos en Venus, hace tiempo que se evaporaron. Seguramente, parte del hidrógeno de ese agua se perdió, escapando hacia el espacio, por acción del viento solar. El oxígeno, en cambio, se fijó en las rocas o se recombinó con otros elementos atmosféricos.

Por otro lado, tenemos indicios de que Venus es volcanicamente activo, lo que explicaría su gruesa atmósfera a pesar de no disponer de un campo magnético que lo proteja.

El lucero del Alba parece una mala apuesta si quieres encontrar vida. Al menos en la superficie pero… ¿y si miramos a las alturas?

Por lo que conocemos, el agua, el dióxido de carbono y la luz solar son fundamentales para la vida y resulta que hay de sobra en las nubes de Venus. No toda el agua se ha perdido, sabemos con bastante certeza que hay cristales de hielo, gotas y vapor de agua.

Por encima de los 50 km de altitud las temperaturas son relativamente suaves, la presión atmósferica es similar a la de la Tierra y si confirmamos el vulcanismo activo, las sustancias químicas y minerales aportados en las erupciones serían una fuente potencial de nutrientes para la actividad biológica… de haberla.

Hay más. Los datos de las misiones Venera, Pioneer y Magallanes revelaron que en las nubes de Venus existe algo que provoca cambios en el albedo del planeta y que absorbe luz ultravioleta. Ya desde los años 60, Carl Sagan especuló con microorganismos hipotéticos, que emplearían esta luz como fuente de energía, para explicar estas regiones de absorción UV desconocida.

Y ahora el fosfano.

Ciertamente para los soñadores, ilusiona pensar en un bicho venusiano. El año pasado, estudios sobre habitabilidad de Venus concluyeron que este mundo pudo haber tenido agua en la superficie y una condición habitable durante alrededor de 3 mil millones de años y hasta hace 700 millones de años. Si esto es correcto, hay margen para que la vida surgiera o llegara en circunstancias más favorables, y evolucionara hasta adaptarse a las alturas antes de desatarse el infierno. Como comparativa, en la Tierra hemos recolectado bacterias en la estratosfera, a 40 kilómetros de la superficie.

Pero volvamos a poner los pies en el suelo. ¿hay vida en Venus?

No tiene por qué.

Disponemos de explicaciones más plausibles que un extremófilo viviendo entre nubes con ácido sulfúrico. Con respecto al fosfano, una hipotética fuente fotoquímica estaría en las gotas de nubes venusinas. Por desgracia falta información al respecto para confirmarla o desmentirla. Me reitero: la detección de PH3 no es una pruebas sólida de vida. Hay problemas para explicar la existencia de microorganismos en las nubes de Venus, un medio ambiente muy deshidratante así como extremadamente ácido.

El camino a partir de aquí depende de la comunidad científica. El estudio de Venus ya se justificaba desde otra perspectiva. Las misiones de detección de exoplanetas tienden a encontrar planetas cercanos a sus estrellas por lo efectivo que es el método de tránsito. O sea, que más que exotierras, encontraremos muchos exovenus con nuestros telescopios.
Una mejor comprensión de Venus ayudaría en la correcta interpretación de las observaciones que hagamos de estos mundos alienígenas. Así que tenemos razones de sobra para poner nuestra mirada en este planeta con mayor profundidad, no solo desde el punto de vista astronómico, ahora parece que también desde un enfoque astrobiológico.


2 comentarios en “Fosfano en las nubes de Venus, un gas relacionado con la vida.

  1. Interesante noticia. El universo, y sobre todo, nuestro vecindario, no deja de sorprendernos.
    Y ahora una duda que siempre me asalta cuando se habla de posible vida en otros planetas, ¿por qué siempre se tiende a pensar que la vida tiene que ser como la conocemos en la Tierra, y se tiene que amoldar a lo que conocemos?
    Llamame loco si quieres, pero no deberiamos ser un poco mas abiertos de miras. Yo creo que la vida no tiene porqué cumplir las mismas «normas» que en la Tierra. Y creo que es un error pensar que si.
    Con esto no quiero decir que este descubrimiento signifique vida en Venus. Si no que tenemos que buscar y pensar en otras posibilidades para la vida.

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    1. Hola Dani. La razón de buscar vida como la nuestra es porque es lo que conocemos, si hay otro tipo de vida sería tan ajena que no sabríamos por donde empezar a buscar sus señales desde la Tierra. Hay otras razones, el agua es de las mejor sustancias que conocemos para propiciar reacciones químicas a una temperatura propicia reacciones químicas rápidas, es polar, es disolvente, es versátil. En cuanto al carbono es el único átomo de 4 enlaces que sirve para hacer cadenas moleculares largas. Y es ligero y abundante en el universo. El silicio podría servir pero sus compuestos son siliconas, sólidas, no gaseosas. Difícil para captar por un organismo.
      Pero la verdadera respuesta a tu comentario, no es que se desde otras firmas de vida, es simplemente que no podemos empezar a buscar lo que no sabemos cómo es.

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