Traducción del artículo visto en: arstechnica.
Una de las primeras cosas que aprenden los niños de su lengua nativa, es el sistema de consonantes y vocales, así como otras características fonéticas del habla, como el tono. En el primer año de vida, el conjunto de sonidos que recibe el oído de un bebé hace que su cerebro comience a desarrollar la capacidad de discernir las sutiles diferencias del lenguaje —sentando las bases que le permitirán aprender palabras y gramática.
¿Pero qué ocurre si ese niño se cambia a una cultura diferente después de establecer los cimientos de su lengua materna? ¿Lo olvida todo acerca de ese primer idioma, o quedan restos que permanecen enterrados en su cerebro? Continúa leyendo Lenguajes perdidos dejan huella en nuestro cerebro