La visita de la sonda Dawn y por qué Ceres es un planeta enano

Se ha hablado mucho estos días, en diferentes medios, de la llegada de la nave espacial Dawn a Ceres el próximo viernes 6 de marzo, así que voy a sumarme al carro y aprovecho la ocasión para comentar algunas definiciones relacionadas con el sonado acontecimiento.

Para empezar, el dibujo de hoy nos da una idea de las dimensiones de Ceres, bastante pequeño en relación a otros cuerpos rocosos. Curiosamente no es su tamaño lo que determina que sea considerado planeta enano, que también, sino el hecho de que no haya limpiado la vecindad de su órbita. Eso quiere decir que si Ceres, hipotéticamente hablando, no formara parte del cinturón de asteroides y girara en solitario alrededor del sol, habría que elevarlo a la categoría de planeta a pesar de sus 952 km de diámetro. Con esto no quiero inducir a error; la relación entre tamaño y “órbita despejada” es estrecha, ya que con gravedad suficiente, todas esas rocas cercanas se habrían visto atraídas para formar parte de un planeta mayor. Pero no pudo ser. El culpable de esto fue Júpiter, que con su enorme influencia gravitacional interfirió en este proceso de formación.

El caso es que Ceres está acompañado en el cinturón de asteroides y Plutón lo está de objetos del cinturón de Kuiper. Esta es la razón principal de que no sean planetas. Siempre me hizo gracia que hubiera gente molesta porque Plutón fuera «degradado» a planeta enano y que nadie se alegrara por Ceres, que ha recibido distintos títulos a lo largo de su historia y por fin, en la última revisión, dejó de un asteroide.

De hecho en su descubrimiento, en enero de 1801, fue clasificado preventivamente como cometa. Poco después fue listado como un planeta, así durante medio siglo hasta que, en la década de 1850, con el hallazgo de otros objetos similares situados en la misma región espacial, acabó en el mismo saco que el resto; el ya mencionado cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.

Entonces ¿Qué diferencia a Ceres del resto de sus compañeros orbitales? La razón radica en que posee suficiente masa para que su gravedad haya superado la fuerza de cuerpo rígido, o sea, para que adquiriera forma esférica, o casi. Por eso Vesta, el otro cuerpo visitado por la sonda Dawn, es considerado un asteroide debido a su forma irregular.

Y ahora, a falta de unos días, la misma nave espacial que tanta información nos proporcionó de Vesta, llega para estudiar un nuevo mundo. Durante semanas, hemos recibido imágenes cada vez más nítidas de Ceres, descubriendo numerosos cráteres y unas interesantes manchas brillantes, cuyo origen sigue siendo incierto y que quizá estén relacionadas con la presencia de agua en el planeta enano.

No os quepa duda, la llegada de la sonda Dawn es histórica. ¿Se confirmará si hay agua líquida en el interior de Ceres? ¿Veremos alguna maravilla inesperada? Personalmente estaré atento a cualquier novedad que se presente. Mientras tanto os dejo un montaje preparado por la NASA que ilustra muy bien cómo será el acercamiento de la nave espacial Dawn en los próximos meses. Un saludo.

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